POR QUE EDUCAR...


Educar es lo mismo

que poner un motor en una barca.
Hay que medir, pesar, equilibrar,...
y poner todo en marcha.
Para eso, uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino, un poco de pirata,
un poco de poeta
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar, mientras uno trabaja
que ese barco, ese niño, irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia tierras lejanas.

La página que estabas buscando en este blog no existe.
La página que estabas buscando en este blog no existe.